& Bienvenido a este espacio de publicación. Blog destinado a las miradas contra el olvido. Artículos publicados aquí y/o en otros medios &

lunes, agosto 20

INEGA, lee y escribe

Publicado en: http://www.redyaccion.com/red_todo/Red_2012/8_agosto/alejandra.htm

“No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.”

Oscar Wilde

En pequeños municipios de Colombia se tejen grandes historias, con protagonistas ávidos de sonrisas, con esperanzas de cambio, en quienes para ellos son la esperanza de un país, y en la Institución Educativa de Galeras, Sucre (INEGA) lo saben, en especial las docentes María del Socorro Acosta Severiche y Luz Marina Galván Bravo, quienes han liderado un proceso arduo con sus estudiantes de esta institución, y con ello el producto han sido un conjunto de logros de los que se sienten orgullosas después de los más de diez años de labores en torno a la literatura.


El oficio de la docencia se complejiza aún más para los licenciados en Lengua Castellana, quienes tienen la delicada tarea de enseñar la fonación correcta de las sílabas, palabras, pasar del garabateo a la grafía, también se encargan de la mediación de lectura y el propiciar la escritura de manera autónoma en los estudiantes en un trasegar continuo del contexto, la dispersión entre la televisión, el internet, a eso se le suman las limitadas posibilidades que ofrecen las colecciones bibliográficas en las instituciones y su poco acceso. Sin embargo nada de esto impidió que estas dos docentes lograran posicionar a la primera ganadora del Concurso Nacional de Cuento RCN y MEN para el departamento de Sucre, María Daniela Romero López con su historia “Un sueño espacial” en el año 2008, quien entregó la alegría a sus padres, a su institución, a Sucre y sobre todo a estas dos maestras entregadas al oficio de la escritura.
Los logros de esta labor no iniciaron con María Daniela, pues cada año se logran producciones de los estudiantes en torno al concurso de cuento institucional, en donde también se incorporan talleres de escritura creativa, asesorías y visitas de escritores de la región, así como la delicada tarea de escoger los jurados que año a año revisaron y dieron sus recomendaciones a los estudiantes.
En palabras de María del Socorro sería: “La implementación de este proyecto no es una tarea fácil por la demanda de largas jornadas de reescritura de los estudiantes y de correcciones por parte de los docentes. Pero, cuando tenemos el producto del esfuerzo colectivo se olvidan todas las vicisitudes y nos llenamos de alegría al recoger el fruto que hemos sembrado”.
A pesar de todos esos esfuerzos realizados en esta institución y la satisfacción del deber cumplido, por las maestras María del Socorro y Luz Marina, cada año las gestiones se hacen más lentas, lograr los premios y la preciada publicación anual a la que tienen acostumbrados a sus estudiantes y a la comunidad entera.
Esperar que los días como docente pasen sin dejar marcado el camino, si decir las palabras acertadas para sus estudiantes, generando ese cambio en el pensamiento y en el futuro de estos niños, niñas y jóvenes, no es opción. Estas maestras están comprometidas con su quehacer docente, con el legado motivador en las mentes de estos actores de la comunidad y en ocasiones estas historias están a cargo de las manos más pequeñas en tamaño, pero son dirigidas por las manos sabias de maestras como estas, en un municipio como Galeras, en el centro geográfico de la Subregión Sabanas del departamento de Sucre.
A continuación algunos textos del último libro “INEGA Lee y escribe 2011”:

Cuento ganador del primer puesto, primera modalidad. María Elvira Payares Pérez, grado quinto – Sede dos
La paloma herida
En una casa abandonada se reunía un grupo de palomas las tardes para charlar y ver ocultarse el sol. Se divertían mucho tratando temas de farándula, chateando y hablando en Facebook con las amigas de otras partes.
Un domingo estaban dialogando, cuando se dieron cuenta de que faltaba una de ellas, la más alegre y entusiasta; preguntándose insistentemente, dónde estaría.
Al ver esta situación las palomitas decidieron ir a buscarla. La llamaban por todos los palomares y no la encontraban. Entonces ya cansadas de tanto buscar una de ellas mirço hacia arriba y en la rama de un árbol vio a su amiga y exclamó:
- ¡Allí está!
Todas muy preocupadas salieron a mirar qué le había pasado a su compañera.
Cuando llegaron al árbol se dieron cuenta de que su amiga estaba mal herida. Todas se asustaron mucho y la palomita herida les dijo:
- ¡Amigas! Estoy muy golpeada, hoy he sido víctima de la violencia, quiero que ustedes se cuiden mucho, porque aunque somos el símbolo de la paz, los cazadores no nos respetan.
Las demás palomitas llenas de rabia, lloraban. La tristeza de aquellas palomas era inevitable.
¿Por qué será que los seres humanos no recapacitan y dejan ya la violencia?
- Ya sé –dijo una de ellas-. Llamaremos a todas las palomas para mostrar nuestra inconformidad con lo sucedido.
¡Así fue! Toda la infinita familia de palomas se juntó en el cielo y cada una de ellas se fue colocando de tal forma que escribieron un mensaje.
Ese día el cielo estaba oscuro y aquellas lindas palomas escribieron en él: No más guerra, vivamos en paz.

Poema ganador, mención especial. Segunda modalidad. Mateo Barrera Jaraba, grado séptimo uno.
El folclor de mi tierra
Al sonar de los tambores
La gaita se escucha cantar
Los cumbiamberos alegres
Se animan al son de bailar.
Bailando alrededor de los tambores
mis ancestros cantando están
los músicos se animan
cuando una canción van a entonar,
la entonan según su rima.
el llamador ya se escucha cantar
la tambora humilde se escucha
cuando la gente alegre está.
Los ritmos de mi tierra
con ellos puedo vivir,
sintiendo el sonido de los tambores
con ellos me hago sentir.

No hay comentarios: